Hoy en día una de la prioridades en la familia es que los hijos sean felices, para lo cual es necesario que la madre en especial se centre en el conocimiento y transformación de su mundo emocional. ¿Por qué la madre? Porque es quien se encarga de vincular a los hijos con la vida. Pero, ¿qué hay de papá?
La paz inicia en el alma de la madre. Si los hijos que están en paz y agradecidos con la madre, lo estarán con la vida; a la que identificarán segura, confiable, flexible, dispuesta, contenedora, creativa y con múltiples posibilidades. Por otro lado, los padres son la fuerza generadora de vida de sus hijos. El gran regalo en estos tiempos de incertidumbre es que ambos recuerden que siguen siendo padres a pesar de cualquier situación o experiencia de separación.
Los hijos requieren acceder a ambas fuerzas para lograr el éxito y la felicidad. El permiso para que un niño vaya hacia la energía de su papá es a través de la buena mirada de mamá. Una madre conciliada con su historia de vida tal y como es, fortalece el vínculo de los hijos hacia su progenitor; permitiendo que éste esté presente en el corazón de los hijos.
Un niño que puede contar con la energía de ambos padres, está dispuesto y disponible para aprender.
Ayuda a tus hijos a mirar a papá
Un camino fácil es abrir el corazón y centrar la mente. Respirar e iniciar tu maravilloso día enfocando tu energía y tus pensamientos en el decálogo de la madre consciente.
Decálogo de la Madre Consciente:
- Hoy recuerdo que soy energía en movimiento, tengo fuerza para corregir el desequilibrio de mis deseos y la sabiduría para recibir y compartir.
- Reconozco que la experiencia de ser madre se creó en el instante en el que recibí la semilla de vida en mi interior; para luego soltarla y compartirla en libertad.
- Estoy consciente de mi memoria corporal y la limpio del desamor, el abuso, la explotación y la soledad.
- Estoy consciente de que la lucha de poder entre lo femenino y lo masculino se puede conciliar sólo dentro de mí.
- Estoy consciente de la naturaleza divina de mi cuerpo, agradezco y bendigo el poder curativo que hay en él.
- Estoy consciente de que el poder creativo es la fuerza principal de la vida, y por lo tanto, dejo la necesidad de controlarla.
- Estoy consciente del efecto que el espacio-tiempo tiene en la mente y limpio toda gestión ancestral de miedo, vergüenza y culpa.
- Estoy consciente de que doy vida por derecho divino, por lo tanto, libero a mis hijos de cualquier forma de pago.
- Respeto toda expresión de admiración, gratitud y homenaje hecho a la maternidad.
- Estoy consciente de la sensación de vacío que produce mi útero y me comprometo a llenarlo con coherencia, amor y respeto a mí misma.
En la Escuela SAyDI abrimos el espacio llamado Círculo de Mamás SAyDI, con una mirada a que madres como tú, puedan tener un crecimiento personal con herramientas humanistas efectivas.