¿Sabías que existen unas leyes que rigen las relaciones familiares?.
Si cumplimos y actuamos respetando los principios de estas leyes la vida de una persona se torna más plena y feliz.
En los sistemas humanos encontramos tres leyes que juntas contribuyen a lo que Bert Hellinger llama “Los Órdenes del Amor”.
Hoy hablaremos de la 3ra. EQUILIBRIO ENTRE DAR Y TOMAR.
En lo profundo del alma existe la necesidad de equilibrio. Quien recibe algo siente la necesidad de compensarlo, dando también él. Este impulso desempeña una importante función social, permitiendo el intercambio y la cohesión. Un grupo se mantiene unido por el hecho de que cada uno de sus miembros dé y tome, y que este intercambio sea equilibrado.
Entre padres e hijos no hay ese equilibrio. Entre maestros y alumnos el desnivel también es insalvable. Una generación da y la siguiente toma, y lo que se recibe pasa a la siguiente generación. El equilibrio no es posible entre padres e hijos porque lo que recibimos de ellos es la propia vida y esto es imposible de devolver.
Esta “deuda” se alivia a través de lo que damos a nuestros propios hijos. Si no se tienen, lo que aportamos a la comunidad, a la sociedad o al resto de sistemas a los que pertenecemos. También los padres fueron hijos en su momento y los maestros alumnos. Ahora ellos logran llegar a la compensación traspasando a la siguiente generación aquello que ellos mismos recibieron de la anterior.
Los padres dan y los hijos toman.
Los padres dan a sus hijos aquello que antes tomaron de sus propios padres y aquello que, como pareja, toman el uno del otro. Los hijos, en primer lugar toman a sus padres como padres, y en segundo lugar, todo aquello que los padres les den de más. A cambio, los hijos, más tarde, pasan a otros aquello que de sus padres recibieron, sobre todo a sus propios hijos. Quien da puede dar porque antes tomó, y quien toma puede tomar porque más tarde también dará. Quien estuvo antes tiene que dar más, porque ya ha tomado más, y quien llega más tarde aún tiene que tomar más. Este orden también es válido para el dar y tomar entre hermanos: quien estuvo primero tiene que dar al posterior. Quien llega más tarde, tiene que tomar del anterior.
El dar y el tomar entre padres e hijos es diferente a la relación de pareja. La pareja es una relación entre iguales. Si se mantiene el equilibrio la relación funciona, pero si uno da mucho y el otro da poco, o si uno da y se niega a tomar, el equilibrio se rompe y pone en peligro la continuidad de la relación.
En la escuela SAyDI contamos con una metodología vanguardista que incluye estos principios y acompaña a las familias a mantener el equilibrio en sus relaciones. De esta manera logramos que se superen la mayor parte de casos de deficiencia académica. Con ello logramos abrirles el camino a nuestros alumnos hacia el aprendizaje, el descubrimiento de sus talentos a la par de fomentar su felicidad. Intégrate y forma parte de esta comunidad educativa.