El rol de la familia en la educación de los hijos en estos tiempos de incertidumbre por la pandemia.
La educación básica se está impartiendo de manera virtual, y la participación de los padres se está transformando.
El momento que estamos viviendo a nivel mundial, nos impulsa a realizar de manera ágil adaptaciones vertiginosas en tiempo récord. Insertarnos en el nuevo mundo, es mirar el cambio y reconocer que estamos es un contexto globalizado con un entorno cambiante dominado por las nuevas tecnologías, y como agente de cambio la pandemia.
Por primera vez, la familia está frente a la oportunidad de gestionar esta modalidad de educación en el S. XXI; creando una alianza con la escuela para formar en valores que den como resultado, un efecto social positivo en tiempos de incertidumbre.
Los padres de familia se están preguntando cuál es su función, cuál es la función de la escuela, cómo colaborar y cómo gestionar lo diferente. En este nuevo contexto de educación virtual, están preocupados debido a que sus jornadas están siendo más largas de lo habitual. Esto, debido a la atención que se requiere de ellos para las actividades y tareas escolares de los hijos en casa.
Se preguntan acerca de las evaluaciones, y si la cantidad de trabajo a realizar es un indicador fiable de que los chicos están aprendiendo. En medio de la incomodidad y de las discusiones intrafamiliares, los padres de familia están haciendo lo más que pueden. Algunos improvisan ,y otros sueltan por completo la dirección ante la prioridad de dar sustento económico a la familia.
El nuevo rol de los padres ante la incertidumbre actual
La virtualidad en la educación suena a mucho trabajo, a multitareas y en ocasiones a malestar; que si se pasa por alto, puede convertirse de manera muy fácil en estrés. El estrés es uno de los principales disparadores relacionados con problemas de salud físicos, mentales y emocionales. Síntomas como la baja de defensas, la debilidad, la fatiga, la ansiedad y el miedo aparecen como resultado de un estrés continuo y, un manejo inadecuado del mismo.
Dado que el estrés es una reacción que se activa por la falta de control y su función principal es preparar a nuestro cuerpo para enfrentar una situación complicada o nueva. Es necesario y urgente que la familia sepa cómo transitar este proceso educativo virtual de manera cómoda y eficiente, manejando el estrés e incluyendo la cualidad de la adaptabilidad; para lo cual será necesario gestionar en primer lugar hábitos que permitan transformar el miedo en confianza.
Las familias que poseen una buena adaptabilidad abrazan los cambios sin temor porque saben que cada cambio tiene nuevas posibilidades. El nuevo rol de la familia en la educación está impulsando el aprendizaje de los hijos desde lo más grande que es el ámbito familiar, y como enuncia en una de sus frases el Maestro Bert. Hellinger:
“Lo que es grande se adapta.”
Abrazar la incertidumbre y el cambio es sin duda una nueva forma de vida.
