Experimentar gratitud, es uno de los sentimientos más puros que nos permite conectar de manera fácil con el amor, la honra, la paz y la alegría. Te invitamos a reconocer éstos y todos los beneficios que le regala a tu familia, a través de un ejercicio sencillo.
Las estaciones otoño e invierno, son oportunidades para activar la gratitud de manera consciente; ya que las festividades como el Día de Muertos, la Navidad y Año Nuevo, son celebraciones que naturalmente nos vinculan con el amor incondicional; recordando el tesoro que hemos tomado al recibir la vida y disfrutarla rodeada de nuestros seres amados.
Entonces, cada día, cada despertar, es una oportunidad maravillosa para desarrollar la gratitud; cualidad que desde la mirada de las neurociencias es una habilidad blanda que nos permite acceder a estados de alegría, de felicidad y por lo tanto de bienestar; contribuyendo a vivir una experiencia de vida social con tonos sensibles y amables.
Sigamos activando la gratitud
Te proponemos una práctica sencilla y placentera que puedes disfrutar como parte natural de tu dinámica diaria:
Elige un momento familiar, puede ser durante la comida o la cena, y de manera espontánea, dedica unos minutos en verbalizar algo por lo que estás en agradecimiento.
Prueba expresar lo primero que sientas, pues todo es valioso, todo es bienvenido.
Al completar tu ejercicio, invita al resto de tu familia a que compartan porqué están en gratitud en ése momento.
Cuando todos hayan tenido su espacio, pueden realizar juntos una respiración profunda y decir en una sola voz
“Gracias por la vida, estamos completos”.
Gracias por confiar y sumarte a la experiencia, es fácil para ti observar los cambios de vibración en tu vida, cuando creas tu entorno desde la gratitud.
