Todo padre de familia desea que sus hijos aprendan y que sean felices, sin embargo, la educación tradicional se enfoca solo en lograr aprendizaje, sin importar el estado emocional. Lamentablemente esto tiene consecuencias graves en la etapa adulta ya que un niño que no disfrutó de la escuela, tampoco lo hará de su lugar de trabajo. Es por esto que hoy tenemos un alto índice de estrés e insatisfacción en la población que labora.
La solución está en elegir una escuela que tome en cuenta las emociones de los alumnos como una prioridad para lograr el gozo al aprender. Esto es totalmente posible y en este artículo nos enfocaremos en lo que la neurociencia ha aportado en esta área. Desde este enfoque el origen de la sensación de felicidad o de infelicidad está en la plasticidad del cerebro. Esto significa que tenemos la capacidad de modificar físicamente el cerebro por medio de los pensamientos que elegimos tener y sostener. Al igual que un músculo, el cerebro desarrolla y fortalece las neuronas que más utilizamos y debilita aquellas que menos utilizamos.
A más pensamientos negativos, se genera mayor actividad en el córtex derecho del cerebro. Esto genera ansiedad, depresión, envidia, sentimiento de culpa y hostilidad hacia los demás. Este proceso es llamado “Infelicidad autogenerada”.
El mensaje negativo del pensamiento envía un mensaje al córtex derecho que a su vez produce un químico neurotransmisor. Su función es transmitir el mensaje negativo y hacerlo fluir por el cuerpo, produciendo sensación de malestar e infelicidad. Con ello nuestra mente traduce este mensaje en un pensamiento que podría decir “me estoy sintiendo mal”. Nuestra mente capta este mensaje y lo vuelve a enviar al córtex derecho reforzando el estado de infelicidad.
Un corazón alegre aprende mejor
Por el contrario, a mayor cantidad de pensamientos positivos, hay mayor actividad en el córtex izquierdo del cerebro. Esto eleva las emociones placenteras y la felicidad. A este proceso le podemos llamar “felicidad autogenerada”.
Si este proceso se transforma en un ciclo que se repite y se refuerza constantemente, pasa a formar parte de nuestra vida. Se convierte en un hábito que se realiza de manera inconsciente.
Hace más de 20 años, creamos el método SAyDI que ha acompañado a 15 generaciones de alumnos y sus familias a aprender con gozo. Ellos cuentan con herramientas que les permitan crear en sus vidas “felicidad autogenerada”
Si tú deseas que tus hijos sean educados de esta forma, te invitamos a conocer la escuela SAyDI. Ha sido reconocida con el premio a la excelencia profesional por innovar la educación en México.
Te invitamos a que formes parte de esta comunidad educativa que enseña con el corazón.