Este artículo surgió como una respuesta ante la siguiente nota periodística de la cual te compartimos un fragmento para adentrarnos en el tema:
El periodista y académico uruguayo Leonardo Haberkorn renunció a seguir dando clases en la carrera de Comunicación en la Universidad ORT de Montevideo. Por medio de esta carta carta de despedida ha conmovido al mundo de la Educación:
“Después de muchos, muchos años, hoy di clase en la universidad por última vez. -Me cansé de pelear contra los celulares, contra WhatsApp y Facebook-, -Me ganaron-, -Me rindo-, -Tiro la toalla-.
Uno está entrenado en ponerse en los zapatos del otro, cultiva la empatía como herramienta básica de trabajo.
Y entonces ver que a estos muchachos -que siguen teniendo la inteligencia, la simpatía y la calidez de siempre- los estafaron. -Que la culpa no es solo de ellos-. -Que la incultura, el desinterés y la ajenidad no les nacieron solos-.
-Que les fueron matando la curiosidad y es entonces, cuando uno comprende que ellos también son víctimas…-
No soporto el desinterés ante cada pregunta que hago y se contesta con el silencio. “Ellos querían que terminara la clase. “Yo también”.
¿Enseñar en la escuela y educar en casa?
Estas palabras conmocionan y nos llevan a reflexionar sobre el origen de estas generaciones de alumnos. Estos patrones de comportamiento fueron aprendidos y reforzados en la etapa más importante en la niñez. Este fenómeno es el resultado de la forma en la que fueron educados por su padres y maestros, más la influencia del entorno. Ante esta generación de jóvenes apáticos, los docentes se están rindiendo.
Para nosotros la solución no está en marcar roles separados entre la escuela y los padres. Por el contrario, en hacer una alianza donde se combinan las fuerzas, donde la jerarquía está clara. Los padres se asumen como los grandes y los que marcan los límites a los hijos y transfieren esa autoridad a los docentes. Entonces ellos tienen la fuerza de guiar a sus hijos al aprendizaje.
Esta alianza es la que hemos consolidado a través de la metodología SAyDI. Hoy somos una comunidad educativa que ha gestado XIV generaciones de alumnos que tienen un sentido de vida. Que se caracterizan por un alto nivel de consciencia que les permite, conocerse, valorarse, descubrir su talentos y desarrollarlos.
Te invitamos a formar parte de esta comunidad educativa que fortalece la bella misión de los docentes y les da la fuerza para que puedan desempeñar su rol. Ese de inspirar y guiar a tus hijos hacia su grandeza personal y ponerla al servicio de la humanidad.