Con cada día de vida vamos llegando al final de ciclos, el cambio de estar en el vientre de nuestra madre a nacer. Dejar de ser bebés a niños, los ciclos escolares, la dependencia de los padres o tutores a ser autónomos. El término de las relaciones de pareja, etc. La vida es constante cambio y el cambio requiere cerrar ciclos. Esto implica aprender lo mejor de la experiencia previa, sanar lo que nos hizo daño para estar preparados a lo nuevo.
La idea de cerrar ciclos representa el final de una situación que hemos estado viviendo y que todavía repercute en nuestro presente. Se trata de una forma de hacer consciente el hecho de que algo ha llegado a su final y que podemos liberarnos de sus consecuencias.
Cerrar ciclos implica múltiples procesos que incluyen el perdón, la gratitud, el amor y la observación atenta de nuestros patrones de conducta.
Te compartimos la siguiente meditación para cerrar ciclos.
Siéntate en una postura cómoda, entra en contacto con el ritmo de tu respiración sin modificarlo, simplemente sentirlo. Después, sigue estos pasos:
Trae a tu mente consciente aquel suceso que quieres finalizar. Recuérdalo y siente sin juzgarte las emociones que éste pueda provocar en ti. Pregúntate qué dejó en ti ese suceso, repasa las emociones e identifícalas. Evita engancharte en las emociones que puedas reconocer.
Después de unos minutos vuelve a tu respiración. Imagina que las emociones que sentías en aquel momento salen poco a poco de tu cuerpo al ritmo de tu respiración.
Ahora, deja que las emociones que te provoca este recuerdo se queden en el suelo sobre el cual reside tu cuerpo.
Cuando tu mente esté más despejada y tranquila, acércate al agradecimiento. De igual forma, hazlo junto con tu respiración. Abandona el resentimiento, la tristeza, el dolor y la culpa. Cambia estas sensaciones por agradecimiento y esperanza.
Cada vez que inhales piensa en agradecer el presente. Cada vez que exhales piensa en abandonar en el piso las emociones que te han hecho daño.
Agradece a las personas que están relacionadas con el evento que quieres cerrar. Todo fue como tenía que ser, recuérdalo y simplemente agradece. Sé consciente de que ese momento ya terminó.
Siente toda la luz y el amor que hay en ti. Ahora, poco a poco recupera la atención sobre tu respiración y empieza a mover el cuerpo. Abre los ojos cuando estés listo y concluye tu meditación agradeciéndote a ti mismo el tiempo que te has tomado para cerrar ciclos.