¿Sabías que existen unas leyes que rigen las relaciones familiares?.
Si cumplimos y actuamos respetando los principios de estas leyes la vida de una persona se torna más plena y feliz.
En los sistemas humanos encontramos tres leyes que juntas contribuyen a lo que Bert Hellinger llama “Los Órdenes del Amor”.
Hoy hablaremos de la 2da. ley de Jerarquía y Orden.
“Primero el orden y luego el amor”
La clave para sentirse pleno es identificar y ocupar el lugar que a cada uno le corresponde dentro de su sistema familiar. La jerarquía es necesaria para el buen funcionamiento de los sistemas, los padres son los grandes y los hijos los pequeños.
En una familia es importante la función del tiempo y el orden de llegada al grupo. Los ancestros son más grandes que los padres. Los padres son más grandes que los hijos. Así también, el hermano mayor es más grande que el siguiente.
¿Qué sucede cuando no hay jerarquía?
Aquí, la conciencia de grupo no permite que los posteriores se inmiscuyan en los asuntos de los anteriores. Ni para hacer valer los derechos de éstos, ni para expiar su culpa, ni para redimirlos de un destino grave.
Otro ejemplo, dos personas se enamoran y forman pareja. Más tarde, su amor se manifiesta en un hijo y se convierten en padres. Pero siguen siendo, en primer lugar, pareja, y luego padres. Hay ocasiones, que se “olvida” a la pareja por volcarse en el cuidado del hijo. Esto puede ocasionar un peligro para la relación de pareja. Además el hijo suele sentirse inseguro porque percibe que de él depende la “felicidad” de sus padres y la estabilidad de la familia.
Solución:
El primer paso para sanar el sistema es tener clara la jerarquía que los padres tienen sobre los hijos. Esto permite que los hijos se sientan seguros y puedan tomar de su fuerza para crecer.
El otro compromiso entre los padres es recordar que la pareja es importante que tenga prioridad sobre la paternidad.
Además, el amor de los padres para con sus hijos se nutre de la relación de pareja, es una continuación de ésta. Así, pues, cuando la relación de pareja puede recuperar el primer lugar, también el ser padres resulta más fácil. Y, sobre todo, los hijos que experimentan que sus padres se aman como pareja, se sienten muy felices.
En la escuela SAyDI contamos con una metodología vanguardista que incluye estos principios y acompaña a las familias a identificar y sanar cualquier implicación o desajuste. De esta manera logramos que se superen la mayor parte de casos de deficiencia académica. Con ello logramos abrirles el camino a nuestros alumnos hacia el aprendizaje, el descubrimiento de sus talentos a la par de fomentar su felicidad. Intégrate y forma parte de esta comunidad educativa.