Es un deseo innato de todo padre y madre el que sus hijos sean felices. A través del tiempo cada uno ha buscado una forma de lograr este objetivo. Tal vez a través de buscar información para ponerla en práctica. O proporcionando todo lo que se considera que genera felicidad a un ser humano, etc.
En este artículo nos enfocaremos en lo que la neurociencia ha aportado en esta área. Desde este enfoque el origen de la sensación de felicidad o de infelicidad está en la plasticidad del cerebro. Esto significa que tenemos la capacidad de modificar físicamente el cerebro por medio de los pensamientos que elegimos tener y sostener. Al igual que un músculo, el cerebro desarrolla y fortalece las neuronas que más utilizamos y debilita aquellas que menos utilizamos.
A más pensamientos negativos, se genera mayor actividad en el córtex derecho del cerebro. Esto genera ansiedad, depresión, envidia, sentimiento de culpa y hostilidad hacia los demás. Este proceso es llamado “Infelicidad autogenerada”.
El mensaje negativo del pensamiento envía un mensaje al córtex derecho que a su vez produce un químico neurotransmisor. Su función es transmitir el mensaje negativo y hacerlo fluir por el cuerpo, produciendo sensación de malestar e infelicidad. Con ello nuestra mente traduce este mensaje en un pensamiento que podría decir “me estoy sintiendo mal”. Nuestra mente capta este mensaje y lo vuelve a enviar al córtex derecho reforzando el estado de infelicidad.
Por el contrario, a mayor cantidad de pensamientos positivos, hay mayor actividad en el córtex izquierdo del cerebro. Esto eleva las emociones placenteras y la felicidad. A este proceso le podemos llamar “felicidad autogenerada”.
Si este proceso se transforma en un ciclo que se repite y se refuerza constantemente, pasa a formar parte de nuestra vida. Se convierte en un hábito que se realiza de manera inconsciente.
¿Por qué mezclar la felicidad con el aprendizaje?
En nuestra experiencia con la metodología SAyDI, que logra esta vinculación, hemos observado que un corazón alegre aprende mejor.
Hace más de 20 años, creamos esta metodología que ha acompañado a 14 generaciones de alumnos y sus familias a aprender con gozo. Ellos cuentan con herramientas que les permitan crear en sus vidas “felicidad autogenerada”
Te invitamos a que formes parte de esta comunidad educativa que enseña con el corazón.