La información que te compartimos en el artículo de hoy proviene de un estudio que se hizo sobre el cerebro mediante tomografías. Conectando electrodos a este órgano, se pudo identificar dónde se produce cada una de las actividades de la mente. En este tipo de estudio se mide la actividad eléctrica mientras se produce una actividad mental, ya sea racional, emocional, espiritual o sentimental. De esta forma se sabe a qué área corresponde esa facultad.
Estos experimentos han comprobado algo sorprendente y enigmático.
Cuando se observa un objeto aparece actividad en ciertas partes de nuestro cerebro…esto es normal. Pero cuando se exhorta al sujeto a que cierre los ojos y lo imagine, la actividad cerebral es ¡idéntica!. Entonces, si el cerebro refleja la misma actividad cuando “ve” que cuando “imagina”, llega la gran pregunta: ¿Cuál es la realidad?.
La respuesta es que el cerebro no hace diferencias entre lo que ve y lo que imagina. pues las mismas redes neuronales están implicadas.
Para el cerebro, es tan real lo que ve, como lo que puede imaginar
En otras palabras, fabricamos nuestra realidad desde la forma en que procesamos nuestras experiencias internamente. Lo hacemos mediante la combinación de un pensamiento, más una emoción, si estos están en coherencia van a atraer y a materializar aquello que deseamos.
Un ejemplo de esto es el fenómeno llamado “el efecto placebo” acuñado por el anestesista americano Henry K. Beecher en 1955. Henry observó que al menos un tercio de los pacientes mejoraron cuando se les suministraba un placebo. Es decir se les suministraba una pastilla semejante a un medicamento habitual, con mismo color, forma y sabor, pero sin ningún efecto farmacológico.
El hecho de que las personas tengan el pensamiento o creencia de que el medicamento cura. Aunado a la fé de que se van a curar. Es decir una emoción de confianza coherente con el pensamiento. Son capaces de crear la realidad que desea el paciente que en este caso es la salud.
En la escuela SAyDI contamos con una metodología vanguardista que enseña a tomar consciencia de los pensamientos y emociones. A través de la elección adecuada de los mismos se facilita el aprendizaje y mejora la forma de relacionarse internamente y con los demás. Con ello logramos abrirles el camino a nuestros alumnos hacia el éxito y a la par fomentar su felicidad. Intégrate y forma parte de esta comunidad educativa.
