Y si aquello que llaman “hiperactividad o déficit de atención” no es un problema, sino una solución.

Autor: Omar Maldonado
Publicado: 22 marzo, 2022

“Gillian es una niña de siete años que no puede sentarse en la escuela”.

Se levanta constantemente, se distrae, vuela con los pensamientos y no sigue las lecciones. Sus maestros se preocupan, le gritan, la castigan, recompensan las pocas veces que es cuidadosa, pero nada. Gillian no puede estar sentada, ni estar atenta.

Cuando ella llega a casa, mamá también la castiga. Y así Gillian no solo es castigada diariamente en la escuela, sino que también en casa. Como si no fuera suficiente la humillación ante todos los compañeros.

Un día, la madre de Gillian es llamada a la escuela, la señora, triste, sabiendo que la esperan malas noticias, da la mano a la niña y juntas entran en la sala de entrevistas de la escuela. Los maestros hablan de una enfermedad, un trastorno evidente de la niña.

Todavía no existe hiperactividad, tal vez alguien le hubiera dado un medicamento a la pequeña Gillian…

En la entrevista, aparece un antiguo profesor que conoce a la niña y su historia. Pide a todos, mamá y colegas, que lo sigan a una sala, desde donde se pueda ver a la niña.

Antes de salir el profesor le dice a la niña que esté tranquila, que no van a tardar y mientras tanto le deja prendida una radio vieja, con música de fondo. Como la niña se queda sola en la sala, al escuchar la música, inmediatamente se levanta y comienza a moverse hacia arriba y hacia abajo siguiendo con los pies y el corazón la música en el aire.

El viejo profesor sonríe, mientras las colegas y la madre lo miran perplejos, como muchas veces se hace con los viejos, hasta que él exclama:

“Miren, Gillian no está enferma, Gillian es una bailarina!”.

Le aconseja a mamá llevarla a tomar clases de baile y pide a sus colegas que la hagan bailar de vez en cuando.

La niña tiene su primera clase y cuando llega a casa, le dice a su mamá: “Todos son iguales a mí, nadie puede sentarse!”

En 1981, después de una hermosa carrera de bailarina, después de abrir su academia de baile, después de recibir el reconocimiento internacional por su arte Gillian Lynne fué elegida para coreógrafa del musical Cats.”

Una mirada diferente a la educación.

La historia de Gillian, sirve de ejemplo acerca de lo importante que era hacer cambios en la educación. Hablamos de mejoras que pudieran abarcar las nuevas formas de manifestarse de las generaciones actuales de niños en el mundo y poderles ofrecer una educación que los lleve a reconocer lo que “los hace únicos”.

En la escuela SAyDI hemos elegido tener una mirada diferente ante todas las manifestaciones que presentan los niños de las nuevas generaciones. Esto nos llevó a crear una metodología vanguardista que toma en cuenta las inteligencias múltiples de los alumnos y les acompaña a reconocer sus talentos y desarrollarlos. 

Actualmente hay una tendencia a diagnosticar y etiquetar a todo aquel niño que no se adapta a la educación tradicional, sobre todo por situaciones como la falta de atención y excesivo movimiento. Afortunadamente hoy sabemos que podemos abordarlo desde otro enfoque, para activar la grandeza de cada niño.

La primavera es el momento adecuado para elegir la escuela que enseña a tus hijos y a ti a florecer con todo su esplendor.

Escríbenos y reserva el acceso al open house, donde tus hijos podrán asistir 2 días cómo alumnos de la escuela SAyDI. Aquí tus hijos disfrutan aprender mientras desarrollan su inteligencia, autoestima y elevan su calidad de vida.

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